La intoxicación alimentaria es un problema común, pero también es uno que a menudo se puede prevenir. Muchos casos son leves y mejoran sin tratamiento. Pero algunos casos pueden ser tan graves que es necesario ir a un hospital.

Algunos síntomas son: náuseas, diarrea, vómitos, espasmos estomacales, alta temperatura, malestar general, cansancio, dolores o escalofrío.

Este tipo de molestias pueden ocasionarte multas por falta de higiene en tu hotel, restaurante o directamente en tu carnicería. Por eso te damos los mejores consejos para evitar este tipo de contratiempos.

Lávate bien las manos con agua y jabón antes de manipular alimentos, después de manipular alimentos crudos, como carne, pescado, huevos y verduras y después de tocar la papelera, ir al baño, sonarse la nariz o tocar animales.

A las bacterias les encanta el combustible y los lugares cálidos. Cortar uno de esos recursos evitará que puedan extenderse. Para evitar lo anterior es necesario refrigerar a carne; a -5 ° C las bacterias no tendrán un caldo de cultivo ideal.

Mantener los alimentos a baja temperatura significa que las bacterias no se pueden reproducir y que los alimentos se mantienen seguros. La higiene y la seguridad alimentaria es una forma efectiva de almacenar y regular tu carne.

Si no estás seguro de cómo se prepararon, sirvieron o se almacenaron los alimentos o la carne, tíralos. Los alimentos que se han dejado a temperatura ambiente durante un período prolongado pueden contener bacterias que no se pueden destruir al cocinar o recalentar.

Lava tus mesas de trabajo constantemente, antes y después de preparar los alimentos, especialmente después de que hayan sido tocadas por carne cruda, es absolutamente clave para evitar la intoxicación alimentaria. No es necesario utilizar aerosoles antibacterianos específicos; agua con jabón es suficiente. Esto también se aplica a los trapos de cocina de su cocina.

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